Toma's Reef
Patxi's Reef
Morena's Reef
Culebras
El Doble
El Ancla
La Ballena
Santa María Salomé
Toma's Reef
Patxi's Reef
Morena's Reef
Culebras
El Doble
El Ancla
La Ballena
Santa María Salomé
PATXI’S REEF
Esta inmersión se realiza en aguas de la Bahía de Santoña, frente al Monte Buciero y el Faro del Pescador, no muy lejos de Morena’s Reef.
Descendiendo por el cabo nos encontraremos con numerosas rocas de gran tamaño que albergan numerosa vida, pues están repletas de cuevas y recovecos.
Es una zona de encuentro frecuente con algún congrio (Conger Conger).
Profundidades entre 15 m. y 21 m.
TOMA’S REEF
Esta inmersión se realiza en aguas de la Bahía de Santoña, frente al Monte Buciero y al este del Faro del Pescador.
En cuanto descendamos nos encontramos con varios grupos de formaciones rocosas, alguna de ellas con alturas apreciables, con un gran número de recovecos donde encontraremos numerosa vida: pulpos (Ocopoda), cabrachos (Scorpaena Scrofa) y, si buscamos bien, podremos desfrutar de la presencia de algún abacanto (Homarus Gammarus) y de algún congrio (Conger Conger). Si lo tuyo es la fotografía macro, encontrarás gran presencia de diferentes tipos de nudibranquios.
Uno de los objetivos de esta inmersión es encontrar un ancla bien visible y un arco que forma una roca bien característico de esta inmersión.
Es una zona de paso de grandes cardúmenes de peces, por lo que estaremos rodeados por muchos tipos de ellos, según la época en la que nos encontremos.
Profundidades entre 12 m. y 19 m.
MORENA’S REEF
Esta inmersión se realiza en aguas de la Bahía de Santoña, frente al Monte Buciero y al este del Faro del Pescador, no muy lejos de Toma’s Reef.
En cuanto descendamos nos encontraremos con un grupo de rocas que conforman una inmersión en una isla en medio de un arenal. En esta inmersión nos encontraremos con numerosa vida. Es también una muy buena zona para los amantes de la fotografía macro.
Es una zona de paso de grandes cardúmenes de peces durante los meses de julio y agosto, por lo que estaremos rodeados por muchos tipos de ellos, según la época en la que nos encontremos.
Profundidades entre 12 m. y 19 m.
CULEBRAS
Esta es una de las mejores inmersiones que se pueden encontrar en el Cantábrico por la cantidad tan numerosa de vida que podremos encontrar.
La zona en sí es un grupo pequeño de rocas, pero lleno de vida, donde nos podremos encontrar sin mucha dificultad numerosos congrios (Conger Conger), langostas (Palinurus Elephas), abacantos (Homarus Gammarus), cabrachos (Scorpaena Scrofa) y, si hay suerte, junto a los congrios podremos observar alguna morena (Muraenidae).
Es una zona de fácil reconocimiento, pues su extensión es reducida.
Profundidad 22 m.
EL DOBLE
Esta inmersión se lleva a cabo a lo largo de una enorme extensión por una de rocas limitadas en sus lados por un ancho arenal. Por este motivo, disponemos en esta zona de varios puntos de inmersión, en función de la topografía y de la profundidad que deseemos.
La topografía es muy diversa, pudiendo encontrarnos con zonas en las que abundan rocas en forma de pico que alcanzan gran altura, alguna de más de 7 metros, y fosas de entre 2 y 3 metros.
Es una zona en la que existe vida muy diversa.
Profundidad entre 18 m. y 24 m.
EL ANCLA
Esta inmersión se realiza en mitad de la Bahía de Santoña, a una profundida de unos 12 m. en mitad de un arenal. En este punto podrás ver el impresionante Ancla del Almirantazgo, perdida en este punto por la Expedición Cántabra entre los días 23 y 29 de octubre de 1810.
LA BALLENA
Esta inmersión se realiza en una zona protegida que se conoce como La Ballena de Oriñón, por la forma característica, similar a una ballena, de la roca más saliente. Es una reserva natural, por lo que al estar protegida de la pesca, presenta gran cantidad de vida.
Esta zona permite llevar a cabo diversas inmersiones. Si fondeamos en la piscina natural que forma la roca junto con la entrada a Oriñón, nos mantendrá en una zona más tranquila en los días de mar más complicados en otras zonas. Si a partir de ahí nos dirigimos a la costa, estaremos entre un arenal y las formaciones rocosas de sus bordes. Esta zona es ideal para los principiantes, pues presenta normalmente buena visibilidad, no hay presencia de corrientes y nos moveremos en profundidades entre 6 y 10 m.
Si por el contrario nos dirigimos al norte, hacia el mar abierto, nos encontraremos con pasadizos conformados por rocas de gran altura, formando todos ellos un entramado de calles que confluyen hacia una especie de plazas, donde podremos encontrar en alguna de ellas algún ancla perdida por algún barco. En esta zona pasaremos de profundidades de 8 m. hasta alcanzar los 23 m. o incluso más, a medida que continuemos hacia el norte.
SANTA MARÍA SALOMÉ
Esta inmersión se realiza muy cerca de la costa de Orión, visitando los restos del Santa María Salomé.
Se trata de un barco de cerco que tenía su base en Santander. Su casco era de madera y medía 22 m. de eslora. Naufragó en el año 1995 al sufrir una agarrada en la hélice con su propia red cuando faenaba en esta zona, perdiendo la máquina y toda posibilidad de maniobrar. Eso produjo que el barco quedase varado sobre el Cantil de Oriñón.
Los intentos de Salvamento Marítimo fueron en vano y el barco finalmente se hundió por completo, descansando a unos 10 m. de profundad, para disfrute de los los buceadores que visitamos sus restos, entre los que alberga una gran cantidad de fauna marina.
Acorazado España
Genoveva Fierro
Portugalete
Candina
Montehano
Niño's Reef
Acorazado España
Genoveva Fierro
Portugalete
Candina
Montehano
Niño's Reef
ACORAZADO ESPAÑA
El acorazado Alfonso XIII fue el segundo de su clase, la clase España. Su construcción comenzó en el año 1910 en El Ferrol, siendo botado en 1913 y puesto finalmente en servicio en 1915.
Con sus 140 m. de eslora, 24 m. de manga y 15.700 toneladas de desplazamiento llegaba a alcanzar una velocidad de 10 nudos gracias a sus 12 calderas de carbón que movían sus 4 hélices, pudiendo conseguir una potencia de 20.000 cv.
El Alfonso XIII realizó servicios de vigilancia de las costas españolas durante la I Guerra Mundial. En 1920 efectuó un viaje de buena voluntad por Cuba, Puerto Rico y la ciudad de Nueva York. Posteriormente intervino en 1923 en la Guerra Guerra del Rif (Marruecos)
En 1931 con la llegada de la Segunda República su nombre fue cambiado por el de España.
Existen varias versiones respecto a su hundimiento, pero la realidad es que el 30 de abril de 1937, mientas prestaba apoyo al destructor Velasco en labores de patrulla por el Cantábrico, descubrieron un mercante que intentaba burlar el bloqueo que se había establecido sobre Santander en esos días y al intentar interponerse entre el carguero y la costa se acercó al Cabo Galizano, entrando en un campo minado, chocando contra una de sus minas lo que provocó una gran explosión en el España. El Velasco abandonó rápidamente la persecución del mercante para auxiliar al acorazado, que se hundía rápidamente, salvando a toda la tripulación, excepto a cinco hombres que murieron por causa de la explosión con la mina.
Desde ese 30 de abril de 1937 el viejo acorazado descansa quilla al sol frente a la costa de Galizano a un profundidad de 75 mts.
ANDRA
El Andra es otra víctima de la Guerra Civil cuyos restos yacen en la costa de Cantabria.
Fue construido en el año 1922 en Hamburgo (Alemania), teniendo como nombre inicialmente Indra. Se trataba de un carguero, con casco de acero, 71 m. de eslora, 10 m. de manga y 5 m. de puntal y montaba una caldera de vapor de 105 nhp.
A comienzos de 1937 fue vendido a una sociedad, que lo rebautizó como Andra y lo abanderó en Panamá.
Fue un barco habitual en los puertos del norte de España esquivando bloqueos, a sabiendas de que tarde o temprano sería víctima de alguno de los buques armados que vigilaban la costa, intentando impedir la entrada de buques que transportaban armas o venían a los cargaderos de la zona a por material de hierro.
Fue la noche del 4 de abril de 1937 cuando el Galerna, un buque artillado con un cañón en proa y otro en popa, detectó al Andra, que navegaba dirección Castro-Urdiales hacia los cargaderos de mineral a por mineral de hierro. El capitán del Andra al verse descubierto puso las maquinas al 100% dirección Punta Galea para entrar al abrigo de sus baterías costeras. Eran unas 20 millas de distancia y unas 2 horas de navegación a máximo rendimiento.
El Galerna hizo dos disparos, el primero se quedó corto, pero el segundo dio de lleno en la sala de máquinas, parando en seco al Andra en el acto. Los supervivientes al impacto abandonaron el buque en botes salvavidas dejando atrás los cuerpos de las 2 víctimas que hubo por el impacto del proyectil disparado por el Galerna, que quedó reflejado en una foto.
A día de hoy los restos del Andra reposan a 85 m. de profundidad en posición de navegación a 6 millas al norte de Oriñón.
NIÑO’S REEF
Niño’s Reef se trata de una piedra semicircular que se encuentra a unas 2 millas al este de El Doble.
La piedra abarca una superficie de unos 200 metros cuadrados, con un cañón al medio que parte la piedra en dos y que alberga gran cantidad de langostas, congrios y abacantos.
En la parte de arena se llega a alcanzar una profundidad de 42 metros, en la parte de más agua, y 35 en la parte alta de la roca.
Es una piedra rodeada de arena gruesa en la que no hay posibilidad de perderse, al ser redonda, y siempre es fácil volver al punto de fondeo.
Es frecuente ver peces luna que usan esta gran roca como estación de limpieza.
MONTEHANO
El Montehano era un pesquero de artes menores de los típicos de la zona. Su casco era de madera de teka y media 16 m. de eslora.
Se hundió como arrecife artificial a una profundidad de 43 m. en el año 1989. La dureza de su casco de teka ha permitido que se conserve intacto, enterrado en la arena hasta la línea de cubierta y en posición de navegación.
CANDINA
Poco se sabe de este pecio, aún sin identificar. Sus restos se encuentran hundidos en la arena, a una profundidad de 42 m., en posición de navegación norte-sur respecto al Pico de Candina (de ahí le viene el nombre por el que se le conoce en la zona).
Pocos datos hay para poder identificar este pecio. Tan solo se tiene certeza de que se trata de una embarcación de casco de acero, de remaches, con una gran caldera de vapor que hacía mover su motor y que medirá unos 70 m. de eslora aproximadamente.
Es un pecio muy conocido en la zona. Los pescadores de antaño usaban sus marcas de tierra para situarse encima y pescar fanecas y aligotes, que es el pescado que más abunda en la zona.
Es todo un misterio el origen de este pecio. Rafael González Echegaray hacía referencia de estos restos en su libro Naufragios en la costa de Cantabria, en 1960, en que se decía textualmente:
«Tres millas afuera, la mar guarda un secreto perdido hace caso 100 años que jamás pudo ser identificado, pero que en 40 metros de agua guarda celosamente la solución de su incógnita»
haciendo referencia a dichos restos.
GENOVEVA FIERRO
Se trata de unos restos muy conocidos por los pescadores y buceadores técnicos de la zona, que lo suelen visitar habitualmente.
El Genoveva Fierro, un buque construido en el año 1894, con un casco de acero de 66,9 m. de eslora y 10 m. de manga, se perdió en la noche del 16 de diciembre de 1925, a 2,2 millas al noroeste de la Peña del Fraile, en una extraña maniobra en la que fue abordado por el Antonio, un barco de casco de hierro , de 52 m. de eslora, capitaneado por Ceferino Rodríguez Cancio, hermano del capitán del Genoveva Fierro.
No se sabe qué extraña confidencia tendrían que hacerse ambos hermanos para pasar los dos tamn juntos el uno del otro que acabaron por abordarse. Algunos capitanes de la zona comentaron que pretendían saludarse dándose la mano desde el puente, pero lo cierto es que ambos barcos acabaron por embestir, perdiéndose el Genoveva Fierro en aguas de la Bahía de Santoña, fruto de la imprudencia o del exceso de confianza de ambos capitanes.
Los restos de este barco reposan a 52 m. de profundidad, en posición de navegación, en un fondo de arena, albergando gran cantidad de vida marina, como son los congrios (Conger Conger), bogavantes (Homarus Gammarus), fanecas (Trisopterus luscus)
PORTUGALETE
Este pecio es mal llamado El Portugalete, ya que se encuentra aún sin identificar.
Se trata de un barco de casco de hierro, de remaches, con una eslora de unos 30 m. y manga de 6 m. aproximadamente, con una máquina de vapor de características similares a los costeros que, a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, navegaban muy pegados a la costa, transportando mercancías entre los puertos cercanos.
Podría tratarse del Punta Laga, un barco de 27 m. de eslora y 5,35 m. de manga, con máquina de vapor, construido en Gijón en el año 1915 y perdido en 1948 al norte de Sonabia, a unas 6 millas mar adentro, debido a una vía de agua.
No hay más detalles de la embarcación que nos ayuden hasta el momento para poderlo identificar con exactitud.
Descansa en posición de navegación a 62 m. de profundidad.